martes, 23 de abril de 2013

actividad de aprendizaje 4

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LA ENFERMEDAD DE PARKINSON

Afecta a una de cada mil personas y a un 1-2 % de los mayores de 65 años. Se caracteriza por una estado degenerativo de las neuronas que componen el locus niger y el globus palidum que provoca lentitud, falta de expresión facial, dificultad para andar, rigidez y temblor en las extremidades. En esta enfermedad existe un exceso de actividad en esas dos estructuras cerebrales, el núcleo subtalámico y el globo pálido interno, y su normalización mediante lesión o estimulación eléctrica supone una gran mejoría en los pacientes, según las últimas técnicas de tratamiento.

La enfermedad de Parkinson (EP), también denominada Parkinsonismo idiopático o parálisis agitante, es un trastorno neurodegenerativo crónico que conduce con el tiempo a una incapacidad progresiva, producido a consecuencia de la destrucción, por causas que todavía se desconocen, de las neuronas pigmentadas de la sustancia negra. Frecuentemente clasificada como un trastorno del movimiento, la enfermedad de Parkinson también desencadena alteraciones en la función cognitiva, en la expresión de las emociones y en la función autónoma.
En la actualidad, el diagnóstico está basado en la clínica, puesto que no se ha identificado ningún marcador biológico de esta enfermedad. Por ello, el diagnóstico de la misma se apoya en la detección de la característica tríada rigidez-temblor-bradikinesia y en la ausencia de síntomas atípicos, aunque también tiene importancia la exclusión de otros posibles trastornos por medio de técnicas de imagen cerebral o de analíticas sanguíneas. En el año 1997, la Organización Mundial de la Salud estableció que el 11 de abril se celebraría el Día mundial del Parkinson, con el objetivo de acrecentar la concienciación de las necesidades de las personas aquejadas de esta dolencia. Fue esta la fecha escogida al coincidir con el nacimiento de James Parkinson, el médico británico que describió por primera vez la «parálisis agitante», término que él mismo acuñó.
La enfermedad fue descrita y documentada en 1817 (Essay on the Shaking Palsy) por el médico británico Dr. James Parkinson; los cambios bioquímicos asociados fueron identificados en los años 1960.

En la década de los ochenta fue identificada la causa subyacente de la enfermedad de Parkinson: la pérdida de células dopaminérgicas, principalmente a nivel de la sustancia negra. En base a esto se han desarrollado distintos tratamientos, basados en la administración exógena de L-DOPA como reemplazo a la dopamina faltante, e incluso se han realizado pruebas con el fin de implementar el uso de injertos de células dopaminergicas y restituir la función de las células perdidas por la patología.
El Parkinson es el ejemplo más común de una serie de trastornos neurodegenerativos caracterizados por la acumulación en las neuronas presinápticas de la proteína α-sinucleina. Casi todas las formas de parkinsonismo son el resultado de la reducción de la transmisión dopaminérgica en las neuronas de los ganglios basales, parte de las vías dopaminérgicas del cerebro.
Los estudios sobre la mortalidad en la EP se encuentran limitados por la escasez de precisión de los certificados de defunción, así como por la confusión diagnóstica entre el parkinsonismo idiopático y otros tipos de trastornos neurodegenerativos. Con todo ello, puede establecerse que las tasas de mortalidad por EP son bajas para cualquier estrato de edad y que la edad de la muerte de los pacientes ha ido desplazándose hasta edades más avanzadas, por un progresivo aumento de la esperanza de vida.
Manifestaciones motoras
  • Bradicinesia.
  • Alteración de la motricidad fina.
  • Micrografía (Estado en que la letra en manuscrita del paciente cada vez se hace más pequeña e ilegible).
  • Hipofonía.
  • Sialorrea. (Producción excesiva de saliva)
  • Temblor en reposo de 4 a 6 Hz.
  • Rigidez muscular.
  • Signo o Fenómeno de la Rueda dentada.
  • Alteración de la postura.
  • Inestabilidad postural.
No todos los síntomas aparecen en todos los pacientes y la evolución y progresión de la enfermedad es muy variable según los casos.
Características no motoras
  • Depresión y ansiedad.
  • Apatía
  • Alteraciones cognitivas.
  • Trastornos del sueño.
  • Alteraciones sensoriales y dolor.
  • Anosmia. (Pérdida o disminución del sentido del olfato)
  • Trastornos de la función autonómica.

Por último, otra teoría propone que la enfermedad de Parkinson ocurre cuando, por causas desconocidas, el desgaste de las neuronas productoras de dopamina normal, relacionado con la edad, se acelera en ciertas personas. Esta teoría se sustenta en el conocimiento de que la pérdida de mecanismos protectores antioxidativos está asociada con la enfermedad de Parkinson y el envejecimiento
El tratamiento de la enfermedad de Parkinson consiste en mejorar, o al menos mantener o prolongar la funcionalidad del enfermo durante el mayor tiempo posible. En la actualidad, el tratamiento puede ser de tres tipos (aunque son viables combinaciones): farmacológico, quirúrgico y rehabilitador.

                              Fernanda Jacobo Renteria   2LC2

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